Pulpa de Timbre

Planeo la calle con el carrito hasta el tope, cuncuneo soleras y cunetas. Dejo ir el cuerpo, el brazo, los dedos. Me engancho al vagón de esa inercia. Me deslizo hacia el espacio denso, instalado entre este viaje y el timbre que me espera. Es como entrar en un ombligo esto de aterrizar con un solo dedo en la pared, una pirueta increíble sobre un lunar, como una curiosidad de pezón para hacerte notar. Lo cierto es que alunizo en un mar sin nombre de infinitas posibilidades. Puedo verte venir abrazada a tu traje de ataduras o recibir un bello ejecutivo deslizando una negativa insensible al otro lado de la ventana. Encontrar un desierto pintado de cuatro paredes locas flanqueado de jardines bien pensados donde los fantasmas giran sin cesar entorno a, ni ellos saben que. Una fiesta sin terrores a la que asisten los livianos, una marea de lenguas barnizándome de palabras. Una muda zen practicando pantomima con sus pestañas. Una gema náutica vacacionando en el lodo. Como sea, me uno a la danza, ya sea ésta agria, ya sea ésta sabrosa. Invento que hablo, que me digo lo que siempre quise escuchar, tarareo, tartamudeo, me abro paso en busca del otro. Corono la performance desatando la cajita de sorpresas que simboliza mi carrito. Adoro la velocidad con que la risa inunda la cajita. Dejo en tus manos un trozo de azar. Se entrelazan los vistazos de complicidad. Con un salto ingrávido despego desapego. Me despido ombligo trampolín, canal umbilical, leche tibia que me acerca. Me deslizo con la ruta. Soy un colibrí mamando pulpa de los timbres.

1 comentarios:

    Camino retomado, que felicidad!!!!!